¡Aventura en Roma! (Los atrevidos)

"¡Era su primera noche de vacaciones en Roma! Alex, Tasi y su prima Anchoíta charlaban en la terraza de la casa del tío Bruno, el padre de Anchoíta. La cena con la que celebraron su llegada había sido increíble: pizzas y más pizzas, y una montaña de salsa de tomate de la que escapaban Alexia y Anchoíta reían con ganas. A sus pies, Rocky y Píxel, el perro de Anchoíta, se miraban de reojo, porque casi no se conocían. ?Por cierto, Tasi, ¿te tomaste las vitaminas esta mañana? ?No me tomé las vitaninas porque estaban en la naleta ?dijo Tasi, bostezando. ?Pues ya sabes lo que dijo mamá: nos dejaban ir de vacaciones a Roma si eras responsable y tomabas tus vitaminas? A Tasi le cambió la cara. ?Mamá no está aquí ?dijo con tono desafiante?. Aquí no manda. De repente, el ambiente pasó de ligero y divertido, a pesado y tenso? algunos espaguetis. Y cuando los niños ya no podían más, llegaron los helados, y como estaban deliciosos? ¡pues «pudieron» otra vez! ?¡Los mejores helados del mundo son los de Roma! El mío era de coco y chocolate, ¡bueníííííísimo! ?afirmó Alexia. ?¿Cómo lo sabes? ¿Ya probaste todos los helados del mundo? ?preguntó Tasi, bromista, mientras rascaba la barriga de su perro Rocky. ?Anda, listo ?contestó su hermana mayor?. Y tú, ¿ya viste todas las manchas de jitomate que tienes en la camiseta? Tasi protestó. ?No es mi culpa. Intenté quitarlas, pero el baño del restaurante estaba embrujado: buscaba el jabón y se encendía el grifo. Me apartaba, y un chorro caliente me despeinaba y me hacía arder las orejas. ¡Salí corriendo, casi espantado, sin lavarme ni secarme! "